“… las respiraciones flotan en el silencio de la sala, nos invitan a la interiorización, a la concentración… me muevo sincronizada con mi respiración mientras siento que el tiempo se para, todo a mi alrededor se detiene… solo existe para mí el ahora, el presente.”
Rosa Fernández
Profesora de Yoga
A lo largo de nuestra vida, de nuestra socialización, hemos oído hablar de curanderos y sanadores. Ellos, de una forma o de otra, han estado presentes desde siempre. De hecho, en la historia del ser humano, en las tribus, siempre ha estado representada esa figura.
Cuando hace unos años llegó el Reiki a España (yo lo trabajo desde hace 16 años), la sociedad nos tenía como gente rara, incluso aquellos que habían ido a curanderos.
Con el tiempo y conforme han probado esta maravillosa técnica, cada vez hay más gente iniciada en Reiki o que demandan terapia con Reiki. La palabra Reiki solo implica que se realiza una técnica de sanación por imposición de manos, nada diferente de nuestros sanadores de antaño.
Tanto la física mecánica como la cuántica aportan información de cómo poniendo las manos encima de otra persona se puede hacer traspasar energía a través de la piel, de cómo el pensamiento puede interferir en los funcionamientos celulares generando alteraciones en varios sistemas como lo demuestra la Psico-neuro-inmuno-endocrinología; de cómo el estado emocional de una persona puede variar el ambiente de una habitación haciendo que las demás personas puedan cambiar de humor.
Todos los seres humanos son canales desde que nacen, pequeños y grandes conductos por los que se canaliza la energía del Universo que llegará hasta el corazón y será distribuida hacia los brazos hasta llegar a las manos.
Muchas veces me han preguntado si hay más tipos de energía. Claro que hay más tipos, el Universo está lleno de energías. Yo lo comparo con la tabla periódica de los elementos: mezclamos diferentes elementos y obtenemos diferentes moléculas… sería algo similar.
A lo largo de todos los años que llevo trabajando, he encontrado situaciones curiosas que se han solventado al aprender a canalizar Reiki. El Reiki ayuda a movilizar correctamente la energía por nuestro organismo, normalizándola y por lo tanto "arreglando esos problemillas".
Todos los seres humanos generamos, gracias al movimiento de nuestros electrones entre otras cosas, corrientes energéticas a lo largo de todo el cuerpo. Cuando esas corrientes no fluyen de forma adecuada se generan bloqueos, acumulaciones, o defectos, insuficiencias. Los bloqueos nos llevarán a generar enfermedades por acumulación como son los quistes, inflamaciones, tumoraciones… mientras que las insuficiencias generarán debilidad, ptosis y lentitud en los procesos orgánicos, celulares, metabólicos, etc.
De la misma forma, en el campo electromagnético generado por esos movimientos eléctricos también se pueden manifestar alteraciones energéticas que afectan a la vida y la salud de la persona y donde el Reiki también puede actuar.
El trabajo como terapeuta Reiki nos puede llevar a descubrir todos aquellos potenciales que hay en nuestro interior, a conectar con esa parte divina que todos tenemos en nosotros y que desarrollándola permite que se manifieste cada vez más cantidad de energía, intuición y lo que es más importante, el crecimiento personal que te lleva a responsabilizarte de tus propias decisiones y actos, de darte cuenta de que a tu alrededor hay mucha gente con ganas de dar y recibir amor.
Eso es el Reiki. Una técnica de sanación natural por imposición de manos que a la vez nos hace mejores y que despierta el médico interior que hay en cada una de nuestras células buscando así la homeostásis.
Mi opinión es que el Reiki tendría que formar parte de las asignaturas en el "cole", sería una buena forma de ayudar a todos los seres humanos y desde pequeños se tendría en cuenta el trabajo personal y el trabajo social.
Como en todas las técnicas se ha de aplicar aquello de que "Cada maestrillo tiene su librillo" ya que dentro de las mismas bases se puede encontrar que diferentes profesores tengan diferentes informaciones añadidas al Reiki.
Solo me queda por decir que el Reiki abrió un gran campo de posibilidades para mí, que respeto profundamente el trabajo que realizo tanto en consulta como dando clase y que el Reiki me ha ayudado a conocer a gente maravillosa.
Pilar Diago
Profesora de Reiki